Me he propuesto echar una hojeada al periódico cada día
antes de salir de casa; no lo hago exclusivamente para salir ya informada, sino
como terapia: es tan angustioso todo lo que se lee que, si tienes después un
problemilla en el trabajo, queda absolutamente relativizado y te lo tomas con
santa resignación.
Como voy con prisas, solo leo los titulares. Esta mañana,
entre los horrores que practican los yijaidistas, la tormenta política y las
demás guerras leo: La reina Letizia
cumple años y busca un nuevo perfil. Mientras seguía leyendo titulares , he
pensado. ¿Se vuelve a operar? ¿De qué?
Han dado las 8.30 y he salido pitando. Ya en la calle he
seguido dando vueltas al cambio de perfil. Como no he leído la noticia, no
tengo ni la más remota idea de a qué se refería. He descartado la idea de una
nueva operación porque esas cosas no se anuncian. De hecho , cuando te
encuentras a una Carmenlomana cualquiera y le dices: ¡Qué cambiada! ¿Qué te has
hecho? La respuesta suele ser: ¿¿¿Yoooo??? ¡Nada! Es que este verano he estado
muy relajada y feliz y eso se refleja en la cara.
El cambio de perfil se debía referir a otro tipo de cosas.
Ayer, cuando tuve que re-crear este blog porque fue destruido por blogger a causa de
mi minoría de edad, me preguntaba, el nuevo formato, por mi perfil. No hay nada
más complicado que intentar describirse. Si pones “soy un encanto”, quedas
fatal. Hay mucha envidia….
Pero volviendo a los titulares, algunos son tremendamente
confusos; incluso hay veces que, al no entender el titular, decides leer la
noticia y tampoco te enteras. Y no me estoy metiendo con los periodistas en
general –que los hay muy buenos-, sino con los titulares (que alguien los
escribirá).
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