la nueva ventana de oyana

la nueva ventana de oyana
cambiar la mirada te ayuda a ver las cosas de manera diferente

domingo, 12 de febrero de 2017

Domingo

Domingo.
Me levanto más tarde. "Qué bien no tener prisa -me dicen-; la prisa, separa". Lo pienso. Las prisas separan. Y me planteo la vida con prisa que llevamos. Hay que saber parar. Y me cuesta.
Me envían por whassapp una canción: mediterráneo, cantada por unos cuantos cantantes en el concierto por los refugiados. poco ensayada; algunos cantaban fatal. No sé si porque los refugiados no merecían unos meses de ensayo o porque la canción no es fácil de cantar.

Mediterráneo es uno de los poemas más grandes que se le ha hecho al mar. Serrat es un gran poeta.
Quizá porque mi niñez sigue jugando en tu playa.....llevo tu luz y tu olor por donde quiera que vaya.
Eso es amar tu lugar.

Después desayuno y leo la prensa. Despacio. Estoy fura de Barcelona, en una casita preciosa; parece que estoy en la Toscana. No me gusta lo que leo. No me gusta cómo estamos.Hace unos días, insistiendo en que teníamos que parar y pensar, me respondieron: No tenemos tiempo de pensar.
Hoy, domingo, sin prisas, recibiendo desde mi ventana esta maravillosa vista, puedo pensar y sentir. Estoy en el Mediterráneo.

martes, 7 de febrero de 2017

Mi ventana

Cómo se pasa la vida...Ya no sé si soy Oyana, aquel avatar inquieto, o ahora miro desde otra ventana.
Me ha costado muchísimo volver a entrar aquí. No recordaba cómo se hacía, ni las contraseñas, ni nada. Pero aquí estoy con una gran sensación de soledad -ya no soy bloggera- y de que no escribo para ser leída, aunque creo que eso no me importa.

Desde que me fui, el mundo se ha revolucionado: el terrorismo, los políticos inútiles que solo quieren el poder y ya no tienen ni pudor en ocultarlo y la llegada de Trump que parece una película de terror; pero a mi lo que me interesan son las revoluciones internas, las pequeñas cosas de cada uno, lo que sentimos y lo que nos conmueve.
Y en ese sentido quiero volver a escribir (aunque no descarto chotearme un poco de algún personajillo que se ponga a tiro).